lunes, 1 de octubre de 2007

Una hora de tu tiempo






-Papá ¿Cuánto ganas por hora?

El padre dirigió un gesto muy severo al niño y repuso:

-No me molestes, que estoy cansado.

-Pero ... papá –insistía- dime, por favor, ¿Cuánto ganas por hora?

La reacción del padre fue menos severa. Solo contestó:

Ocho pesos por hora.

-Papá ¿Me podrías prestar cuatro pesos?

El padre montó en cólera y le dijo:

-Vete a dormir y no me molestes.

Había caído la noche.

El padre había meditado lo sucedido y se sentía culpable y, queriendo descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto de su hijo. En voz baja preguntó al pequeño:

- ¿ Duermes hijo mío ?

- Dime Papá.... (contestó entre sueños).

- Aquí tienes el dinero que me pediste (respondió el Padre).

El pequeño le dio las gracias y metiendo su manito bajo la almohada sacó unos billetes.

-Ahora ya completé el dinero.... tengo ocho pesos. ¿ Me podrías vender una hora de tu tiempo? ...

3 comentarios:

Raùl Junquera dijo...

Yo te vendo una hora de mi tiempo por dos besos y un abrazo.

Calle Quimera dijo...

¿TU TAMBIÉN ME VAS HACER LLORAR?,y es que soy muy sensible.....salud¡¡¡.

Ana dijo...

Precioso.............
Muchas veces estamos tan ensimismado en nuestras cosas, que no nos damos cuenta de la necesidad de cariño de nuestros pequeños.
Muy bonito, Nohra.
Besos.